Invertir en acciones puede ser una excelente manera de hacer crecer tu patrimonio, pero también conlleva ciertos riesgos. Revisaremos a continuación los tres principales. Si alguien le dice que no hay riesgo de comprar acciones, usted debe entender que eso es una mentira.
Los 3 principales riesgos de hacer inversiones en acciones:
El principal riesgo de comprar acciones en la bolsa de valores, es el riesgo de capital, que se materializa en que la acción puede bajar de precio y por lo tanto perder parte o la totalidad del dinero invertido. Si compraste una acción en $ 30 y la misma baja de precio en $ 20 y en ese momento necesitas el dinero invertido, estarías teniendo una pérdida de capital de $ 10 por acción.
No hay nada seguro en el mercado de valores, puedes tener acciones de la mejor compañía y aun así esa acción puede perder valor. La variación del precio de las acciones en el mercado suele comportarse en ocasiones de manera errática. Y si el mercado en conjunto cae, indistintamente de lo bien que le vaya a la empresa donde eres accionista, las acciones de esa empresa también caerán, es lo que se conoce como riesgo de mercado o riesgo sistemático.
Además, también hay riesgos específicos de la empresa, como problemas financieros, cambios en la gestión, problemas legales, o cambios las regulaciones Si una empresa enfrenta dificultades, el valor de sus acciones puede disminuir significativamente.
Sólo por el hecho de poseer acciones de una empresa no tienes garantizada la repartición de las ganancias que ella genere. La empresa no está obligada a entregar dividendos a las accionistas, esa es una decisión de la junta directiva.
Ahora bien, si la empresa entrega dividendos, puede decidir en cualquier momento reducirlos o dejar de pagarlos. Ese es el principal riesgo de comprar acciones sólo por el hecho que generan dividendos.
La liquidación de una empresa puede ser un proceso largo y que requiere cumplir con todas las obligaciones legales y fiscales. Los accionistas ordinarios son los últimos en ser pagados. Dado que la empresa deberá destinar la liquidación de activos para el honrar el compromiso con sus acreedores y otros inversionistas, es posible que el accionista ordinario termine por recibir absolutamente nada.